8 DE NOVIEMBRE DE 2016. DR. ERNESTO SEVERO CASTELLANO Tradición, Historia, Compromiso y Filantropía. Por Prof. Beatriz Tombeur
Un ocho de noviembre de
1892, llegaba a este, nuestro mundo transerrano, Ernesto Severo Castellano, que
fuera en su adultez un faro de ética, compromiso social y humano en el
ejercicio de la medicina y también en sus prácticas políticas.-
Hijo de José María Castellano y Rosa Torres, cursó sus estudios secundarios en
Villa del Rosario y se graduó como médico en la Universidad Nacional de Córdoba,
a los 24 años de edad.-
Viajó a Europa y se le amplió el mundo, al leer a Unamuno. Como en un retiro
espiritual se fue nutriendo, para luego, como el altruista que fue, entregarse
al prójimo.-
En un comienzo ejerció la profesión, durante un tiempo en Brinkmann, Depto. San
Justo, pero retornó a Villa Dolores, donde desplegó a lo largo de toda su vida,
como las caras de un prisma, su perfil de hombre con mayúscula. De esos hombres
de los que debe enorgullecerse la sociedad toda.-
Ernesto S.Castellano es un hijo de la tierra, de nuestra tierra y su figura
debe evocarse una y otra vez, tanto por sus cualidades morales, científicas,
políticas y su alma de filántropo.-
Hay en él un profundo amante de las tradiciones de la tierra, que lo vio nacer
y a las que no fue ajena su propia vida, ya que se entonó con el pueblo, con el
común, sirviéndolo en el ejercicio de sus prácticas médicas, llegando en su
viejo auto conducido por Heleno su chofer, a lugares muy alejados del centro
urbano, para paliar sufrimientos y darse a los otros. .-
Corren numerosas anécdotas sobre su valiosa vida que lo humanizan aún más.-
Él, que provenía de una familia fundacional, colonizadora de este Valle, supo
abajarse a los criollos, a los viejos arrieros “de patas encorvadas”, según su
expresión, que andaban miles de leguas junto a su padre para comerciar hacienda
y frutos de la región, con la zona de Cuyo llegando hasta Chile, muchas veces.-
Todo el bagaje de experiencias vividas en aquellos arreos, que duraban meses,
enriqueció su espíritu y en los artículos que fuera publicando en diarios como
“La Voz del Interior, “Los Principios”,” El Oeste”, etc. contribuyó como un
historiador y “pasador” para las nuevas generaciones, a difundir las historias
del lugar, ensambladas con acontecimientos provinciales y nacionales.-
Publicó con edición del autor sus “Tradiciones del Oeste Cordobés” en dos
tomos,-hoy agotados- grandes capítulos netamente vívidos de los enfrentamientos
entre unitarios y federales, ocurridos en nuestro Valle, leyendas, descripción
del paisaje, relatos sobre gauchos salteadores como en el caso de Santos
Guayama, costumbres, un magnífico y épico relato del combate de Villa Dolores y
del sitio de San Pedro (1863), los perfiles de los llanistas del Chacho
Peñaloza. Nos habla de los últimos días del gran político que fuera Lisandro de
la Torre y su estadía en Pinas, etc.
Sobre todo, en esta próxima celebración del día de la Tradición, hay que
destacar que Ernesto Castellano, rescata de un modo admirable el sentir y la
vida de los gauchos. En el Capítulo “Los gauchos hablan de filosofía” nos deja
su profundo conocimiento del alma del hombre de tierra adentro, y aún más, los
nombra uno por uno, precisamente a esos seres, que la historia relatada desde
otra posición social, ignora. Él va citando sus nombres, con admiración e
intención de perpetuarlos en la memoria colectiva.-
Podríamos hablar de su prestigio como médico, de su acción política en el
Partido Demócrata, que lo llevó a la intendencia de V. Dolores en 1925 y al año
siguiente ocupó la banca de senador por el Depto. San Javier; también de la
fundación del diario “Democracia” en 1942, con el único objetivo de apoyar la
candidatura del Dr. Ramón J. Cárcano para la presidencia de la Nación. Acto
eleccionario que fuera abortado por la revolución militar del 4 de junio 1943.
Este hecho hizo que el diario se vendiera pasados dos años a la editorial y
luego pasara a manos de los Tello.-
Un rasgo más de su honestidad nos cuenta Cholo Vila: el diario había sido
financiado por suscripción de amigos, que compartían la faena política con
Castellano, pero a la hora de su venta, cada uno de ellos recibió el importe
que habían invertido en aquel emprendimiento periodístico.—
El filántropo: si hay algo que muestra la exquisita sensibilidad de su
espíritu, es su objetivo de vida que aparece reiterado, entres las páginas de
sus “Tradiciones…”: fundar, legar un hogar de ancianos. Él que no tuvo hijos,
iba comprando todas las casitas, que estaban a su alcance para financiar el
funcionamiento del hogar que creó y estableció en tierras de su propiedad
(ubicado en las proximidades del cementerio) . Lo bautizó “Camino a San Juan”,
porque precisamente por allí pasaban altritempi, las tropas de arrieros con su
padre y a veces con él mismo, hacia su destino cuyano… El hogar fue puesto en
manos de las Hnas. Vicentinas que hasta hoy lo dirigen con amor y vocación de
servicio.-
Llegada la edad del retiro en 1958, se instaló en su estancia “La Faldita”,
donde se dedicó a las tares rurales que tanto amaba. Cuentan,- no lo he podido
hallar-, que fue autor de un profundo estudio sobre el ganado Aberdeen Angus y
sus ventajas para la zona, y expuesto de la Sociedad Rural de V. Dolores.-
Cuando los años pesaron, se radicó nuevamente en Villa Dolores, al cumplir 90
años la Municipalidad de V.Dolores lo declaró “Ciudadano Honorable”. Murió a
los 95 años un 17 de enero de 1988.-
Dese 1992 y por iniciativa de la Junta Municipal de Historia de V. Dolores, una
calle lleva su nombre.-
En el Día de la Tradición vaya nuestro homenaje citando a Enrique Nores
Martínez, en oportunidad de la edición del primer libro: “”El autor es una
personalidad ilustre de Córdoba. Pertenece por derecho propio, a una generación
de ciudadanos, que lamentablemente parece no repetirse…””…cristiano de
sentimientos pertenece a la no rica nómina, de aquellos hombres que hicieron
una ley de su vida: “el que la mano derecha ignore lo que hace la izquierda”.-
Comentarios
Publicar un comentario